Alberto Fernández volvió a definir este lunes el escenario en Bolivia como un golpe de Estado.
Asimismo, el presidente electo criticó duramente al canciller Jorge Faurie, a quien calificó como "un hecho desgraciado de la historia de la diplomacia argentina".
Faurie dijo que "no están los elementos para describir esto como un golpe de Estado" porque "las Fuerzas Armadas no han asumido el poder".
Y pidió una salida institucional a la crisis en Bolivia al sostener que "lo que no tiene que ocurrir es que alguien asuma un papel que no le asignó la Constitución".
"Ha habido un golpe de Estado en Bolivia para que nadie se confunda y para que hablemos sin mentiras", completó.