El presidente sirio rompió este domingo meses de silencio público en busca de acercarse a las milicia kurdas aliadas de EE.UU. que se declara "obligado" a liberar a cientos de combatientes islamistas.
El presidente de Siria, Bashar al Assad, rompió este domingo meses de
silencio público con un discurso a poco de cumplirse ocho años del
inicio de la guerra en ese país, en busca de acercarse a las milicia
kurdas aliadas de Estados Unidos, que mantiene su decisión de apartarse
del conflicto bélico y se declara "obligado" a liberar a cientos de
combatientes islamistas.
"Decimos a estos grupos que apuestan por los estadounidenses que no va a
protegerlos y que no va a ponerlos en su corazón (...) sino en su
bolsillo para que se conviertan en un instrumento para intercambiarlo
por dólares y que ya ha empezado a canjear", aseguró en un mensaje con
clara referencia a las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición
de milicias liderada por los kurdos-sirios.
Hace dos meses, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la
retirada de las tropas desplegadas por su país en Siria y sigue adelante
con su plan a pesar de las críticas de sus aliados dentro y fuera de
ese país árabe.
"Si no se preparan para defender a su país (...) no van a ser otra cosa
que esclavos del Otomano", advirtió Al Assad, en referencia a Turquía,
estado heredero del antiguo Imperio Otomano. "No van a protegerlos, sino
que serán su Estado", agregó el mandatario sirio en un aparente intento
por sumar a las FSD a su base aliada.